Nuestra peluda de la semana es Frida, una gatita blanca con manchas negras y marrones que llegó a la asociación junto a su hermano con dos meses de edad y que, tras ser adoptada, fue devuelta por no estar socializada. Ahora, vive en su casa de acogida aprendiendo a recibir el cariño humano que tanto necesitaba.

Alberto, quien la tiene en acogida, nos cuenta que Frida es una gata tímida pero muy buena espectadora. Siempre está rondando cerca de donde ellos estén, pero sin acercarse demasiado, como mucho a oler un poco y seguir a lo suyo.

Cuando la cogen para hacerle mimos se queda quieta sin hacer ni un mal gesto. Es más, Alberto nos dice “Es como si dijera: me ha pillado, ya no puedo hacer más”.

Eso sí, a los mimos en la cama no dice que no… pero si paras o te duermes, no te creas que va a quedarse a esperar. Ella se va a seguir con lo suyo (que muchas veces es jugar con las piezas de un puzzle que le encanta deshacer, jeje).

Ahora vive con otro gatito de 9 meses que la mima y la lame. Vamos, ¡que la tía está encantada en su casa de acogida! Pero ella sabe que es temporal, sabe que pronto llegará alguien que se enamorará de cada una de las manchitas que tiene y a quien le entregará todo el cariño que se está guardando… ¿Estás seguro de que no eres tú esa persona para la que Frida se está reservando?

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